martes, 9 de diciembre de 2014

EXODUS: GODS AND KINGS

RIDLEY SCOTT, EL SÚTIL

Debe ser complicado enfrentarse a una versión de una de las historias más grandes de la Biblia, que ya ha contado con varias versiones tanto en la pequeña como en la gran pantalla, entre las que destaca la visión del mítico Cecil B. DeMille con 'Los diez mandamientos' (1956) y un inconmensurable Charlton Heston en el mejor momento de su carrera (poco después ganaría el oscar por 'Ben-Hur').
Ridley Scott ya ha hecho otros remakes, como 'Robin Hood' (2010) o 'Gladiator' (2000) que era una revisión de 'La caída del Imperio de Roma' (Anthony Mann, 1964) con toques de 'Espartaco' (Stanley Kubrick, 1960). Ahora se suma esta última protagonizada por Christian Bale y Joel Edgerton. De las tres, la mejor sigue siendo 'Gladiator', si bien es verdad que 'Exodus: Gods and Kings' es mucho mejor que 'Robin Hood'. Pero vayamos por partes.

En el apartado técnico y visual (fotografía, efectos especiales, etc) la película es sencillamente ESPECTACULAR, así en mayúscula. Últimamente era reacio a ver cine en 3d, me parecía una moda pasajera, pero animado por un buen amigo me decidí a verla en este formato y fue un acierto porque se nota que la película ha sido rodada en 3d y no transformada posteriormente. Por lo tanto, sólo por esta razón merece ser vista en el cine y en 3d, eso sí, en salas bien acondicionadas para este formato.

En cuanto al reparto, Christian Bale está genial, como siempre, uno de los mejores actores de su generación. Prácticamente todo el peso de la película recae en él y aprueba con nota. Otra cosa es el guión, pero eso lo tocaremos más adelante. Joel Edgerton es un digno Ramses, lo cual es mucho decir, porque yo no dejaba de recordar a ese impactante Yul Brynner que nos regaló un fantástico y malvado faraón en la mencionada 'Los diez mandamientos'. El resto del reparto cumple bien su cometido. Aaron Paul, con esas miradas inquietantes suyas, Ben Kingsley en un breve papel pero bien ejecutado aunque sin ningún momento glorioso. Sigourney Weaver pasa casi desapercibida. Poco tiempo y pocos diálogos. De nuevo el guión. Y John Turturro quizá es el más flojo de todos, aunque la culpa quizá no sea del actor sino de la elección para acometer el papel de padre de Ramses. Un papel que no se ajusta demasiado a este interprete más conocido por papeles cómicos y además se ve demasiado joven (no en vano es 8 años más joven que Weaver, su esposa en este título y 17 años mayor que Ramses) para ser un faraón anciano.

La música es obra de Alberto Iglesias, compositor español. Es una banda sonora melódica y efectista a la vez, muy en la línea de la que suele componer Hans Zimmer para el director de 'Gladiator'. Iglesias lleva tiempo trabajando en EEUU y ha estado nominado tres veces a los premios oscar por 'El jardinero fiel', 'Cometas en el cielo' y 'El topo'. 

En el apartado del guión es quizá donde la película sale perdiendo. Todos conocemos la historia de Moisés y quizá por ello Scott decide tomar cierta distancia, por lo que el resultado final es un poco frió. No hay ninguna escena memorable en la que Moisés tome conciencia de su destino e incluso en algunos momentos uno puede llegar a pensar que es un loco (Josué lo ve hablando aparentemente solo, cuando en realidad está hablando con un mensajero de Dios). Hay escenas demasiado sutiles que si no conoces los hechos pasarían desapercibidos (como por ejemplo el becerro de oro). Así, la película centra la atención en la rivalidad entre Moisés y Ramses, pero deja de lado el por qué el líder hebreo decide ayudar a su pueblo, o como pasa de ser un agnóstico a, de repente, seguir al Dios Yahveh a pies juntillas. Demasiado sutil.

Resumiendo, la película aprueba con un notable justito, lo que ya es bastante, y mucho mejor que otras películas históricas de Ridley Scott como 'El reino de los cielos', pero sin embargo la historia podría estar mejor narrada. No pasará a la historia como una de las mejores de Scott pero sin duda es una película que se deja ver bien y que en el cine es espectácular con un gran 3d.

Por último, para un almeriense es una gozada volver a ver en la gran pantalla nuestros paisajes desérticos. Si bien es verdad que se echa de menos una gran panorámica de nuestra tierra, lo que no significa que no se reconozcan perfectamente las localizaciones: Sierra Alhamilla, Macael o la rambla del Búho. Ojalá vengan más rodajes. Ahora a esperar el estreno de 'Clavius'.

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